Prostitución y derechos humanos
  Amor y sexualidad constituyen para Hirschfeld una unidad natural cuya separación conduciría a una alienación del ser humano. Las prostituidas no aman a los hombres a quienes venden servicios sexuales y no son queridas por ellos. Por eso la prostitución es un fenómeno deplorable para Hirschfeld.

«La prostitución puede ser superada sólo por una mejora de la naturaleza humana conforme a las leyes de la eugénica, que hacen que ningún humano tienda a vender su cuerpo, y además por la mejora de las condiciones de vida conforme a las leyes de la economía, para que nadie deba prostituirse por razones económicas» (Hirschfeld, 1930)

En primer lugar es tarea de los colaboradores del Instituto mejorar la situación social y jurídica de las personas que se prostituyen. La condición previa a esta mejora es la igualdad jurídica de los sexos y la despenalización de la prostitución. Requieren por el contrario el castigo del rufianismo explotador y de la trata de las mujeres.

Las personas que se prostituyen se reúnen por la mejora de su situación en organizaciones profesionales que llevan nombres como «asociación de lotería "caja de oro"». En 1919 se crea la Federación auxiliar de las prostituidas berlinesas  3 ., una caja de las prostituidas y un consejo de las prostituidas. Hirschfeld escribe:

«Cuando durante la revolución se constituyeron consejos en todas partes en Alemania, también algunas prostituidas salieron de sus escondrijos para luchar por sus derechos humanos naturales».
«En el consejo de las prostituidas fueron elegidas varias prostituidas..., algunos señores... y yo mismo . Acepté mi elección para ayudar a las prostituidas en su lucha por sus derechos humanos» (1930)




ilustraciones posteriores:
 1    2    4 
  texto siguiente >







 
www.magnus-hirschfeld.de/instituto
  X 
      


 
  


 
  


 
  


 

 
  ¤